El consorcio conformado por Equinor, YPF y Royal Dutch Shell planean licitar en marzo la adquisición de sísmica 2D, 3D y 4D para realizar sus programas exploratorio mar adentro en las áreas CAN 100 y 108 frente a las costas de Mar del Plata y CAN 114 en la de Necochea, en la provincia de Buenos Aires.
La UTE se encuentra en pleno proceso para lanzar el concurso de precios para la compra del equipamiento que necesita para realizar los estudios, afirma una fuente cercana a la petrolera noruega.
La Casa del Trabajador ya presentó un recurso de amparo ante el Juzgado Federal N° 2 de Mar del Plata para frenar el proceso. Sin embargo, el magistrado Santiago Martín lo rechazó “in límine” el habeas corpus que buscaba proteger a las ballenas de una posible contaminación sonora durante los trabajos de sísmica.
El propio ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, salió a apoyar la decisión de continuar con el proceso exploratoria aguas adentro en el Mar Argentino.
“Tenemos actividad hidrocarburífera desde 1970. Hoy el 17 % del gas que usamos proviene de la actividad offshore que se realiza en plataformas en el Mar Argentino. No se puede cortar de la noche a la mañana el uso de hidrocarburos, gas o petróleo, porque entraríamos en un colapso social y económico inimaginable – sostuvo en un comunicado -. Si la Argentina tiene sobrantes de gas, podemos exportarlo y eso puede redundar en que países que tienen su matriz energética en base a carbón reduzcan emisiones y consigamos dólares para comprar molinos eólicos. Tenemos que profundizar la transición energética, ir hacia energías renovables o limpias”.
El consorcio liderado por Equinor ya había tenido que postergar un año sus planes originales planteados en su estudio de impacto ambiental, realizado por la consultora Serman y Asociados, por el retraso en la aprobación de los permisos del gobierno nacional.
El nuevo esquema estipula que los trabajos comenzarán en octubre de 2022 y se extenderán durante cinco meses hasta marzo de 2023. Antes, pensaba hacerlo iniciarlos en octubre de 2021 y terminarlos en marzo de 2022.
El retraso se produjo porque la autorización oficial recién fue firmada el 24 de diciembre por el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible y refrendada por la Secretaría de Energía el 30 de diciembre.
El consorcio liderado por la petrolera noruega comprará 6.245 kilómetros cuadrados de sísmica para las áreas CAN 100 y CAN 108, ubicadas a 300 kilómetros de distancia de la costa de Mar del Plata.
A su vez, la UTE conformada por Equinor (35%), YPF (35%) y Royal Dutch Shell (30%), planea adquirir otros 3.443 kilómetros cuadrados para utilizar en el bloque CAN 114, situado a 400 kilómetros de la ciudad de Necochea, y a unos 162 kilómetros en línea recta de los otros dos.
Este proceso de exploración se realizará durante cinco meses en alta mar, pero luego, toda la información recabada se procesará en tierra firme durante un año para estudiar si existen recursos hidrocarburíferos extraíbles en estas áreas.
El relevamiento se llevará a cabo con un buque que remolca tres fuentes de energía y diez cables submarinos (streamers) con una longitud de 8.000 metros y en los que se encuentran situados receptores de ondas (hidrófonos).
Las fuentes de energía utilizan aire comprimido, que al ser liberado rápidamente genera ondas de sonido, que son reflejadas en las distintas capas del subsuelo y vuelven a la superficie, donde son registradas por los hidrófonos.
El tiempo que tardan en propagarse las ondas de sonido desde la fuente hasta los receptores y la intensidad de éstas son procesados para generar imágenes en tres dimensiones del subsuelo.
Este proceso se repite a lo largo de líneas de navegación durante las 24 horas que acaban cubriendo la totalidad del área de adquisición de datos sísmicos. La información obtenida es analizada e interpretada para identificar diferentes tipos de rocas y posibles acumulaciones de petróleo y de gas.
El plan de relevamiento contempla que el buque remolque tres fuentes de aire comprimido, que generan ondas de sonido de forma alterna. Cada una de estas fuentes está formada por dos subarreglos, separados 10 metros entre sí, ocupando una superficie total de 10 metros de ancho por 14 metros de largo. La distancia entre fuentes es de
50 metros.
Este barco irá acompañado por otros dos de apoyo, que le garantizarán una navegación segura, sin interferencias con otras, abastecerlo de combustible e insumos y remolcarlo ante cualquier emergencia en su sistema de propulsión.
Equinor lanza una licitación para comprar sísmica offshore
La petrolera noruega planea utilizarla en sus áreas CAN 100, CAN 108 y CAN 114 frente a la costa bonaerense.