Mendoza lanza una nueva licitación para construir otra represa

La Empresa Mendocina de Energía SA (EMESA) lanzó una licitación que servirá como puntapié inicial para el proceso de construcción de la represa Uspallata, de 162 MW, sobre el río Mendoza.
La compañía provincial de energía realizará un concurso de precios para llevar a cabo los estudios de línea de base ambiental y social de este nuevo aprovechamiento hidroeléctrico, que incluye el análisis de la flora, fauna, el ambiente y la población del entorno.
“El objetivo de esta licitación es concretar un estudio que venía postergado, destinado a conocer a fondo los animales, las plantas, la geología, los habitantes, las construcciones lindantes del viejo ferrocarril y toda la información relevante para los futuros estudios de impacto ambiental”, explica la empresa en un comunicado.
El dique Uspallata es parte del plan de aprovechamiento integral del río Mendoza que tiene en carpeta la empresa desde hace décadas y que le servirá para asegurar la durabilidad de la represa Potrerillos que se encuentra aguas abajo.
Este proyecto se viene estudiando desde hacer cuarenta años como parte de un conjunto de diques que permitan contener los sedimentos que arrastra el río desde la montaña y, así, evitar un mayor desgaste de la central hidroeléctrica que actualmente está en funcionamiento.
“Un dique aguas arriba recoge los sedimentos del río Mendoza. De lo contrario, el dique Potrerillos se puede colmatar, es decir, llenarse de tierra y tener menos vida útil”, afirma Sergio Bugarín, responsable de Gestión Ambiental de EMESA.
Además, sostiene que Mendoza debe prepararse para el cambio climático, que anticipa menos nevadas y más lluvias, con reservorios que permitan acumular agua para la provincia y que, además, sean capaces de generar energía limpia para el Sistema Interconectado Nacional (SADI).
La presa tendrá una dimensión mayor que la de Potrerillos, con una producción de unos 162 (514 GWh por año), capaces cubrir los picos de demanda en todo el país. A su vez, servirá para atenuar crecidas extraordinarias, como una nueva rotura del glaciar del Nevado del Plomo, desarrollar infraestructuras y servicios en Uspallata y posicionar la villa como polo industrial, comercial y turístico.
Este proyecto se suma a los procesos que ya están en marcha como El Baqueano, en San Rafael, Portezuelo del Viento, en Malargüe, y los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos concretados en los últimos cinco años, que han sumado energía sustentable a la red.