Minería

Proyecto de litio delimita sus necesidades de inversión

La empresa NOA Lithium Brines precisará desembolsar 1.345,90 millones de dólares para desarrollar Río Grande, en la provincia de Salta.

La empresa NOA Lithium Brines precisará invertir 1.345,90 millones de dólares para desarrollar su proyecto Río Grande, en la provincia de Salta, con una capacidad de producción de 40.000 toneladas por año (t/a) de carbonato de litio equivalente (CLE), en dos etapas.
La minera canadienses con operaciones locales, necesitará desembolsar 394,50 millones de dólares para la construcción de las pozas de evaporación y la planta de cal y 45,20 millones en pozos de extracción de salmuera, según su evaluación económica preliminar (PEA, por sus siglas en inglés).
A esto, se le sumarán una inversión de 51,90 millones de dólares para desarrollar las instalaciones de purificación y concentración; 69,60 millones para las de extracción de boro con disolventes; 48,70 millones para la de carbonatación; 30 millones para la de producción de carbonato de litio; 98,90 millones para otras locaciones y servicios; y 71,30 millones para infraestructura interna y externa.
Finalmente, deberá desembolsar otros 206,60 millones de dólares para costos indirectos; 24,30 millones para costos propios; y separar 305 millones más para contingencias durante el proceso.
“Los resultados de esta evaluación económica preliminar (PEA) confirman nuestra confianza en el potencial del proyecto Río Grande y que puede convertirse en una operación de alto margen y de clase mundial que satisfaga la demanda mundial de litio en los próximos años. Hemos avanzado mucho en muy poco tiempo para llevarlo a esta etapa. Nuestro próximo objetivo es llevarlo a la factibilidad y, luego, a la producción en el plazo más breve posible”, afirma su director ejecutivo, Gabriel Rubacha, en un comunicado.
En la primera etapa, NOA Lithium Brines planea construir una planta con la capacidad de producir 20.000 t/a de CLE. Para esto, precisará invertir un total de 706,20 millones de dólares.
Esto incluye un desembolso de 197,20 millones para las pozas de evaporación y la planta de cal; 22,10 millones en pozos de extracción de salmuera; 26 millones para desarrollar las instalaciones de purificación y concentración; 34,80 millones para las de extracción de boro con disolventes; 24,40 millones para la de carbonatación, 15 millones para la de producción de carbonato de litio; 49,50 millones para otras locaciones y servicios; y 49,50 millones para infraestructura interna y externa.
Finalmente, la empresa estimó una inversión de 116,40 millones de dólares para costos indirectos; 12,40 millones para costos propios; y separar 163 millones más para contingencias durante el proceso.
En tanto, para la segunda fase prevé un desembolso de 639,70 millones de dólares para construir una nueva planta con capacidad de producción de 20.000 t/a de CLE, que se llevaría a cabo una vez que se alcance la producción comercial inicial de la primera parte, según la PEA realizada la firma Hatch.
“Este enfoque reduce el riesgo de ejecución y de puesta en marcha, optimiza la asignación de capital al diferir parte del CAPEX al flujo de caja y conserva la opción de integrar mejoras de procesos entre fases”, señala la empresa.
De esta forma, el proyecto total podría generar un EBITDA anual de 613 millones de dólares, calculado en base a un precio de venta de 24.000 dólares por tonelada de carbonato de litio.
Eso llevaría su valor presente neto con una tasa de descuento del 8% (VPN 8%) antes de impuestos a 3.776 millones de dólares y de 2.341 millones, si se lo calcula luego de impuestos. Así, su tasa interna de retorno (TIR) se ubicaría en el 28,10% y 23,30%, respectivamente.
Estas cifras le permitirían a la compañía alcanzar un período de repago de 4,60 años, si se lo toma antes de impuestos, y de cinco, luego de ellos. El proyecto cuenta con una vida útil de treinta años.
NOA Lithium Brines también evaluó la alternativa de producir cloruro de litio en una planta en la localidad salteña de Güemes en lugar de carbonato. Esta alternativa podría reducir 30-35% la inversión inicial y los plazos de entrega del producto, así como su riesgo de desarrollo. Esto recién lo examinará en detalle en una fase posterior del estudio de prefactibilidad (PFS, por sus siglas en inglés).
Dentro del análisis, la empresa también indagó en el impacto que podría tener en el proyecto su ingreso en el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), a pesar de que su plazo y aplicabilidad aún son inciertos.
En caso de ser aceptado, su VPN 8% antes de impuestos se elevaría a 4.078 millones de dólares y su TIR al 29,10%. En tanto estas cifras se ubicarían en 2.987 millones y 25,80%, respectivamente, si se lo calcula después de impuestos.
La compañía también analizó la posibilidad de implementar métodos de extracción directa de litio (DLE, por sus siglas en inglés), pero recién los evaluará en profundidad y probará durante el PFS.
Para poder llevar adelante ese estudio, continuará su campaña de exploración con perforaciones adicionales, incluyendo pozos de bombeo y de agua dulce, realizará un balance hídrico a nivel de cuenca, un modelado hidrogeológico y más pruebas de laboratorio y estudios piloto de procesos, entre otros.

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