Compran un proyecto de oro en San Juan

La empresa Golden Arrow Resources compró el proyecto de oro Espota Gold, en la provincia de San Juan, por un total de 360.000 dólares, que serán abonados a lo largo de los próximos dos años.
La compañía canadiense ya hizo un primer desembolso de 25.000 dólares a los propietarios locales. El terreno cubre 30 kilómetros cuadrados en el borde oriental de la cordillera frontal de los Andes.
“Nuestro sólido programa de revisión y adquisición de proyectos en la Argentina dio como resultado que aseguráramos el proyecto de base Espota. Encaja bien con nuestra estrategia, ya que es un gran paquete de terrenos poco explorados situado cerca de otros descubrimientos y yacimientos – afirma su vicepresidente de Exploración y Desarrollo Brian McEwen, en un comunicado -. Rápidamente pudimos identificar algunas estructuras y mineralización muy prometedoras en solo una pequeña parte de la propiedad, por lo que estamos avanzando con un programa para determinar el potencial general del proyecto”.
Golden Arrow Resources ha comenzado un programa de exploración de superficie de reconocimiento y ya ha identificado un área de un kilómetro cuadrado que alberga múltiples objetivos de brechas y vetas alojadas en zonas de corte con alteración de cuarzo-turmalina-hematita y mineralización de oro-plata.
Las muestras iniciales del canal a través de los cuerpos de brecha en esta área arrojaron un mejor intervalo con un promedio de 27,70 metros promedio de 1,57 gramos por toneladas (g/t) de oro, incluidas muestras individuales de 9,64 g/t sobre 0,80 metros 33,06 g/t sobre 0,95 metros.
Golden Arrow Resources continuará realizando un programa detallado de mapeo y muestreo en el área de los objetivos identificados hasta la fecha y planea completar una encuesta de magnetismo terrestre allí a fines de este trimestre. Un segundo equipo seguirá con el trabajo de exploración de reconocimiento sobre el resto de la propiedad.
El proyecto Espota consiste en dos concesiones de exploración que cubren 2.887,30 hectáreas en el borde oriental de la cordillera frontal de los Andes, a una altitud de entre 2.700 y 3.200 metros. Esto le permite realizar trabajos de exploración la mayor parte del año.