El gobierno neuquino le pidió a la administración de Alberto Fernández que deje sin efecto la cesión de las centrales hidroeléctricas de la región del Comahue a la empresa Energía Argentina SA (ENARSA) y, que, en cambio, pasen a manos provinciales.
En una carta enviada a la Secretaría de Energía de la Nación, el mandatario Omar Gutiérrez, propuso iniciar un diálogo entre las partes ante el vencimiento de las concesiones que se encuentran en manos de privados.
La misiva firmada por el fiscal de Estado, Raul Gaitan, y el ministro de Energía y Recursos Naturales, Alejandro Monteiro, ratificó que el agua de los ríos es un recurso natural de titularidad provincial y calificó de “intromisión” la decisión del gobierno nacional en otorgarle su control a ENARSA.
Neuquén insiste en que el debate por el manejo de las centrales hidroeléctricas es más amplio que una simple concesión o de buenas prácticas de federalismo: es el uso del agua en todas sus formas.
“Desde hace años se ha intentado mediante mecanismos de concertación, que se defina junto a la provincia de Río Negro el destino de los aprovechamientos hidroeléctricos. Sin embargo, solo se obtuvieron respuestas evasivas por parte de las autoridades nacionales – sostiene la carta -. Frente a ese proceso, nos sorprende la solución ejecutada por la Secretaría de Energía de la Nación arrogándose facultades en forma excluyente sobre el futuro de los complejos hidroeléctricos, en clara violación de la buena fe que debió prevalecer en las negociaciones”.
Neuquén ya ha manifestado que resulta necesario la creación de una empresa hidroeléctrica regional tripartita a quien se ceda la administración de las represas y no a ENARSA, ni de manera transitoria ya que en la Argentina “las cuestiones transitorias tienden a transformarse en permanentes”.
“Desde las provincias se propone la creación de una empresa hidroeléctrica regional tripartita, conformada por el Estado Nacional, junto con las provincias de Neuquén y Río Negro – resalta la misiva -. Entre los ejes centrales del proyecto, se deberá contemplar una renta por la explotación comercial de las centrales generadoras que permita la ejecución de un programa de obras hidroeléctricas multipropósito, de infraestructura y de desarrollo productivo a consensuar entre las partes”.
Neuquén sostiene, además, que deben ser las provincias las que actualicen y fijen las nuevas normas de manejo del agua, sobre cuidados ambientales y de seguridad de presas que van a regir a futuro. Estas deberán formar parte del futuro contrato de operación o de concesión que se vaya a otorgar a la empresa encargada de su administración y operación.
A su vez, la participación en la renta que se genere a partir de su explotación tiene que contemplar una tarifa que permita, por un lado, llevar adelante correctamente y de manera segura la operación y mantenimiento y realizar las obras de mantenimiento y de seguridad necesarias.
Además, sostiene que se debe incorporar una contribución a los municipios y/o comisiones de fomento aledaños a los emprendimientos que admita la financiación de un fondo específico para obras hidroeléctricas y/o productivas en la región, dando prioridad a aquellas que aseguren el resguardo de vidas y bienes de la población aguas abajo.
Finalmente, esa tarifa tiene que contemplar el fondeo para el funcionamiento adecuado de los organismos interjurisdiccionales de control sobre las represas como lo son la Autoridad interjurisdiccional de cuencas (AIC) y de seguridad de presas (ORSEP).
Buscan revertir la cesión de las represas del Comahue a ENARSA
El gobierno neuquino le envió una carta a la Secretaría de Energía de la Nación pidiéndole que dé marcha atrás con la medida.
