Durante muchos años tuve un jefe que para hacer negocios siempre decía “lo más importante es alinear los intereses de las partes”. Si el interés del país es desarrollarse y crecer su producción de energía y el de los empresarios obtener mayor rentabilidad, en este momento, estos intereses están completamente desalineados.
Desde mitad de año cuando se realizaron algunas ampliaciones a la capacidad de evacuación de petróleo y gas de Vaca Muerta, que la falta de equipos de fractura se ha vuelto en el nuevo cuello de botella para crecer. Este hecho previsible y que las empresas de servicios petroleros venían advirtiendo podría profundizarse con limitaciones al acceso a repuestos importados.
¿Qué interés puede tener una empresa de servicios en traer equipos de fractura si podría enviarlos a otros países donde sabe que podrá girar dividendos luego? ¿A esto se suma el hecho de que sus clientes operadoras de petróleo reciben aquí menos ingresos por precios controlados que en el resto del mundo.
¿Qué interés puede tener una petrolera en refinar crudo y venderlo en surtidor a la mitad de precio de lo que implicaría una exportación? Forzar al mercado mediante regulaciones a ir contra su interés requiere de mecanismos de control y planificación para no correr riesgos de desabastecimiento.
Por Daniel Dreizzen