Petróleo y Gas

Faltan fondos para construir el gasoducto Néstor Kirchner

La Secretaría de Energía de la Nación busca a contrarreloj financiamiento para poder llevar adelante el proyecto.

La Secretaría de Energía de la Nación busca contrarreloj conseguir los, al menos, 340 millones de dólares que le faltan para poder financiar la construcción de la primera etapa del gasoducto Néstor Kirchner.
Si bien el gobierno ya tenía asignadas distintas partidas para cubrir la totalidad de la obra, la depreciación constante que viene sufriendo la moneda nacional hizo que los pesos que habían sido asignados para este fin perdieran su valor y se produjera un agujero que, ahora, debe buscar cómo cubrirlo.
“Faltan unos 200 millones de dólares para la primera parte del gasoducto por las diferencias que se generaron por el tipo de cambio”, afirma la subsecretaria de Hidrocarburos de la Nación, Maggie Videla Oporto, en una entrevista realizada durante la exposición Argentina Oil & Gas (AOG), antes de que se abrieran los sobres de la licitación para la compra de tubos para el gasoducto Néstor Kirchner.
Como informó Desarrollo Energético, la Secretaría de Energía había firmado órdenes de pago por 60.190 millones de pesos en septiembre para que el Tesoro Nacional le transfiriera a Integración Energética Argentina SA (IEASA) los fondos establecidos en la Ley 27.605 de Aporte Solidario.
Ese monto equivalía, a uno 609,88 millones de dólares a la cotización oficial de esa época, pero, como no los cambió a la divisa estadounidense en ese momento, ahora puede adquirir 541,92 millones (al cierre del tipo de cambio oficial del viernes), un 11,14% menos que hace seis meses.
En diciembre, el gobierno realizó un segundo desembolso y le envió a IEASA 59.000 millones de pesos correspondientes a lo establecido en el Presupuesto 2021 para obras de transporte de gas y a la ampliación que aprobó el Congreso Nacional en octubre.
Ese monto equivalía a 580,08 millones de dólares a la cotización oficial del 15 de diciembre. Al igual que ocurrió con el pago anterior, la empresa energética estatal no se hizo de los billetes verdes por lo que ahora, podría comprar 531,21 millones, un 8,42% menos que hace tres meses y medio.
Si se toman tan solo estos dos desembolsos, en lugar de haber adquirido 1.189,96 millones de dólares en su momento, ahora podrá hacerse de 1.0730,13 millones, si es que decide realizar la operación hoy y no seguir esperando hasta el momento de tener que realizar los primeros pagos. Esto implica una diferencia de 116,83 millones, o sea, un 9,82% menos que antes.
A estos montos, habría que sumarle la brecha cambiaria que se producirá con la tercera partida que el gobierno tiene destinada para el proyecto (el equivalente de la época a 476 millones de dólares), que originalmente estaba incluida en el Presupuesto 2022.
Como el Congreso decidió no aprobar la ley enviada por Alberto Fernández, ahora deberá ejecutará las mismas partidas establecidas en el de 2021, más fondos que le quedaban del impuesto a las grandes fortunas para cubrir estos gastos.
Los dólares son esenciales en una obra como el gasoducto Néstor Kirchner porque los costos atados a esta divisa representan el 50% (783 millones de dólares) del total de los 1.566 millones de dólares que establece el presupuesto oficial, afirma una fuente cercana a Transportadora de Gas del Norte (TGN).
Sólo los caños equivalen a un 35% del total (548,10 millones de dólares) que deberá gastar IEASA para desarrollar el proyecto, explica el CEO de Tecpetrol, Ricardo Markous. El resto proviene de otras partes y de la mano de obra extranjera, señala la misma fuente.
Al problema devaluatorio, se la suma otro extra que nadie podía hacer previsto cuando se lanzó la licitación para la compra de los tubos: la invasión rusa a Ucrania. A partir de ese momento, los precios del acero y las chapas se dispararon en todo el mundo, lo que incrementará los costos finales de la obra.
Las sanciones contra el gobierno de Vladimir Putin y la destrucción de la capacidad productiva de Kiev provocaron que la cotización de las bobinas laminadas en caliente (HRC por sus siglas en inglés) europeo se disparara un 40% a 1.400 euros (1547,38 dólares al cierre de la cotización del viernes) la tonelada en el último mes, mientras que el norteamericano y chino se incrementó entre el 7 y el 8% en el mismo período, según la agencia Reuters.
Esto implica un alza del 250% frente a lo que se pagaba antes del comienzo de la pandemia. A su vez, el costo de las barras de acero en el Viejo Continente se disparó un 150% a 1.140 euros (1.260 dólares) en comparación con lo registrado a finales de 2019, informa la agencia Bloomberg.
Rusia es el quinto mayor productor y el tercer exportador de acero del mundo, mientras que Ucrania se ubica en el decimocuarto y quinto puesto respectivamente. La guerra llevó a que la fabricación en la Unión Europea cayera el 2,20% y en el resto del continente perdiera un 4,80% en febrero, según datos de la Asociación Mundial de Acero.
Las chapas que se utilizan para la fabricación del gasoducto Néstor Kirchner se traerán de Rusia, explica una fuente de la industria. “Los precios de las chapas se disparó con la guerra de Ucrania”, sostiene la fuente de TGN.
Esto ha disparado las alertas en el gobierno nacional ya que para realizar el proyecto tendrán que decidir si se dejan de lado las sanciones contra Putin y siguen adelante con la operación, pero, además, nadie tiene muy en claro el precio al que terminarán pagando los caños por el incremento en los costos que han tenido a nivel mundial.
“Algunos usuarios temen no sólo altos precios sino también desabastecimiento. Los ejecutivos del acero están preocupados de que los precios podrían subir bruscamente otro 40% hasta cerca de 2.000 euros (2.210,54 dólares) por tonelada”, señala Bloomberg.
Si bien el gobierno nacional tenía previsto en el presupuesto la posibilidad de que se produjeran variaciones en los costos de los caños, tal como explica Videla Oporto, tras el inicio de la guerra se ha desatado una incertidumbre en torno al monto que finalmente deberán pagar por estos productos.
En la licitación para su adquisición, IEASA había destinado un monto total de 66.842.338.516,80 pesos con IVA incluido, lo que equivalía a 596.806.593,90 dólares al tipo de cambio oficial del 18 de febrero, tal como establecían los pliegos, como informó Desarrollo Energético. Sin embargo, con este monto, ahora, se podrán adquirir tubos por 601.815.663.
Esto implica una caída en el poder de compra 5.009.069,10 dólares (un 0,84% menos) que tendrá la empresa estatal de energía tan sólo por las diferencias cambiarias, en momentos en que los caños han incrementado su valor a nivel mundial.
En la licitación, se presentó un solo interesado: Siat SA, una subsidiaria de Tenaris, con un monto final de 737.221.781,45 dólares que superó en un 19,05% el precio establecido en los pliegos de la licitación a la cotización del 18 de febrero y en un 18,37% si se toma al tipo de cambio vendedor del Banco Nación del 30 de marzo, que era la fecha que fijó IEASA para hacer la conversión final en billetes estadounidenses, si la oferta era en divisa extranjera.
De esta forma, la propuesta de la unidad del Grupo Techint terminó mostrando un ajuste en los valores que responden a la realidad actual y que incluye posibles alzas en el futuro cercano de las chapas de acero y de los efectos de la depreciación del peso.
Lo que no queda en claro es de dónde obtendrá la compañía energética estatal los fondos para cubrir el bache de 140.415.187,25 dólares (135.406.118,45 si se toma el tipo de cambio del 31 de marzo) que implicó el alza de los precios internacionales del acero.
Según establecen los pliegos de la licitación, si la propuesta excedía un 20% los 66.842,33 millones de pesos fijados por IEASA (más las actualizaciones que correspondan desde la fecha de elaboración del presupuesto hasta el 31 de marzo), la empresa podrá requerirle al ganador una mejora para ajustarse a las cifras originales o rechazarla.
La compañía se tomará cerca de un mes para analizar la oferta y adjudicar y firmar el contrato. Una vez que lo haga, tendrá 25 días corridos para desembolsar el 40% (294.888.712 dólares) del monto total para que Siat pueda abonarles a sus proveedores el adelanto para fijar el precio de las chapas, a un valor que nadie se arriesgaría a precisar en estos momentos.
Allí, es donde reside el segundo problema, ya que, para esto, la empresa del Grupo Techint deberá pedirle autorización al Banco Central de la República Argentina (BCRA) para comprar los dólares en el mercado oficial que necesita para realizar la transacción y para poder girarlos al exterior.
En la actualidad, la entidad cambiaria tiene reservas brutas por 43.186 millones de dólares (considerando el ingreso de los DEGs del Fondo Monetario Internacional) y de netas líquidas negativas de 100 millones, según estimaciones de la consultora Econviews. En tanto, para Fernando Baer, economista asociado de Quantum Finanzas, estos valores son de 37.000 millones y – 2.500 millones respectivamente.
A esto hay que sumarle que el BCRA deberá afrontar en esa misma época los pagos de las importaciones de gas natural licuado para el invierno, con lo cual los montos disponibles serán aún menores.
“El gran desafío es de dónde van a sacar los fondos para cubrir todos estos costos extras”, afirma un importante directivo de Transportador de Gas del Sur (TGS), una preocupación en la que también coincide la fuente de TGN.

Las posibles soluciones
Desde el gobierno, ya empezaron a buscar alternativas para resolver este problema, ya que están decididos a avanzar con la obra a cualquier precio, dado que se ha fijado como meta incrementar la producción de gas natural proveniente de la formación Vaca Muerta en los próximos años.
“Se están analizando diferentes alternativas para cubrir los costos de la devaluación del peso”, explica Videla Oporto y destaca que una posibilidad sería “usar fondos de otras partes como se hizo anteriormente”.
Otra de las alternativas que están analizado es pedirles un aporte a las productoras de gas natural locales a cambio de asegurarles capacidad de transporte en el gasoducto Néstor Kirchner, resalta la funcionaria.
Esta opción ya había sido estudiada por el gobierno durante el armado del proyecto e, incluso, la Secretaría de Energía sondeó a las empresas privadas nacionales que están produciendo gas natural en la cuenca Neuquina (Pampa Energía, Pan American Energy (PAE) y Tecpetrol) para ver si estaban interesadas en participar.
“Se conversó en algún momento sobre la posibilidad de que las empresas hicieran un aporte, pero, después, no se volvió a hablar más del tema”, resalta Markous. Desde Pampa Energía y PAE, concuerdan.
Para concretarse esta opción, el gobierno primero debería cambiar la estructura del proyecto, ya que, al habérselo cedido a IEASA, la empresa estatal de energía será ahora la dueña de la capacidad de transporte del gasoducto, salvo una parte que le corresponde a YPF por el aporte de fondos que hizo con lo recaudado con el impuesto a las grandes fortunas, y la encargada de comprarle el gas natural a las productoras.
“Aún no está claro ni siquiera en dónde va a pedir IEASA que le entreguemos el gas natural, si en boca de pozo o en Buenos Aires, pero ellos se van a hacer cargo de los costos de transporte – destaca una fuente cercana a Pampa Energía -. Si quieren que las empresas hagamos un aporte a cambio de capacidad en el gasoducto, deberían cambiar todo el esquema y armar uno nuevo, más parecido al original que había lanzado el gobierno de Mauricio Macri”.
Otra de las dudas que sobrevuelan el mercado es el precio al que se venderá el gas natural en un futuro Plan Gas V que podría lanzar la Secretaría de Energía para incentivar la producción local, sustituir la importación de GNL, evitar una mayor sangría en las reservas del BCRA y llenar el gasoducto.
“Es un desafío ver los precios a los que van a tener que ofrecer el gas en un futuro plan gas para que las compañías estén dispuestas a invertir y que se den las condiciones para que vengan las compañías extranjeras”, sostiene la fuente de TGS. Sin embargo, Markous disiente. “El precio no va a variar demasiado porque es para consumo local”, destaca.

El proyecto
El gobierno nacional lanzó en noviembre un proyecto para la construcción de un sistema de gasoductos Transport.Ar Producción Nacional, que requerirá de una inversión total estimada en 3.471 millones de dólares y espera tenerla terminada a fines de 2023, con el que planea incrementar la capacidad de transporte a 44 millones de metros cúbicos por día (Mm3/d) de gas natural.
La primera etapa, que incluye siete proyectos diferentes, requerirá de un desembolso total de 1.566 millones de dólares. El más importante son las obras del ducto Néstor Kirchner, 36 pulgadas y 558 kilómetros de largo, que unirá la localidad neuquina de Tratayén con la bonaerense de Saliqueló y tendrá la capacidad de transportar 24 (Mm3/d).
IEASA espera desembolsar 965 millones de dólares en este proyecto que planea tener terminado a finales de 2022 para poder reemplazar las importaciones de GNL durante el invierno de 2023.
Esta misma etapa también incluye la ampliación del sistema Neuba II (Terminación Ordoqui) que permitirá el transporte del fluido desde Saliqueló hasta la cabecera del ducto Mercedes – Cardales, pasando por diversos puntos de entrega en la provincia de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires.
Esto incluirá la construcción de 39 kilómetros de loops de 36 pulgadas a lo largo del troncal que administra TGS, lo que permitirá inyectar 39 Mm3/d. Su desarrollo requerirá de una inversión de 85 millones de dólares y deberá estar terminado durante 2022.
A lo largo de esta fase, también se instalará un ducto de 30 pulgadas de 26 kilómetros de largo entre la localidad santafecina de San Jerónimo y Buenos Aires y otro de 16 pulgadas y 20 kilómetros de largo entre Ezeiza y Buenos Aires para reforzar el tramo final del troncal operado por TGN y permitir la llegada de un mayor caudal a la estación de transferencia Cardales. Su desarrollo requerirá de una inversión de 75 millones de dólares y deberá estar terminado durante 2022.
A su vez, se construirá el gasoducto de 30 pulgadas y 73 kilómetros de largo que unirá las localidades bonaerenses de Mercedes y Cardales que permitirá incrementar el suministro en 9 Mm3/d y unirá los troncales de TGN y TGS. Las obras precisarán de un desembolso de 132 millones de dólares y deberá estar funcionando a fines del próximo año.
La quinta parte del proyecto incluye la ampliación del gasoducto Centro-Oeste que opera TGN e incluye dos loops de 30 pulgadas y 20 kilómetros cada uno que servirá para adicionar un flujo de 5 Mm3/d y aprovechar la capacidad de transporte entre Cuyo y Neuquén, además de ampliar las exportaciones a Chile. Su desarrollo requerirá de una inversión de 160 millones de dólares.
Finalmente, la Secretaría de Energía también prevé realizar en dos etapas la reversión del gasoducto Norte, que también gerencia TGN. La primera incluye loops de 30 pulgadas de 15 y 18 kilómetros de largo, mientras que los de la segunda serán de 33,50 kilómetros.
El objetivo de este proyecto es abastecer el noroeste del país con gas de la cuenca Neuquina ante la declinación de los yacimientos locales y el menor flujo desde Bolivia. El desarrollo de las obras precisará de un desembolso total de 150 millones de dólares y deberá estar terminado en 2022.
La segunda etapa incluye otros cinco proyectos diferentes requerirán de una inversión total de 1.905 millones de dólares. La obra principal es la segunda fase del gasoducto “Néstor Kirchner” de 36 pulgadas y 484 kilómetros de largo, entre Saliqueló y la localidad santafecina de San Jerónimo.
Esto permitirá incrementar la capacidad de transporte en 39 Mm3/d. Para llevarlo a cabo, se precisará de un desembolso de 1.575 millones de dólares. Para financiarlo, el gobierno nacional “está negociando un crédito país-país con China a cambio de los caños o de la mano de obra”, señala Videla Oporto.
El segundo proyecto incluye la etapa final de la reversión del gasoducto Centro-Oeste en la provincia de Tucumán. Su desarrollo requerirá de una inversión de 100 millones de dólares a lo largo de ese mismo año.
El gobierno, además, planea ampliar la compresión del gasoducto del Noreste Argentino (GNEA) para incrementar la capacidad de transporte en 10 Mm3/d y su conexión con San Jerónimo. Para esto, deberá realizarse 50,50 kilómetros de loops de 30 pulgadas entre las localidades santafecinas de Barrancas y Desvío Arijón.
La Secretaría de Energía deberá invertir 90 millones de dólares para llevar adelante el primer proyecto, mientras que necesitará de otros 60 millones más para concretar el segundo. Ambos deberán estar terminado durante 2023.
Finalmente, el sistema de gasoductos Transport.Ar Producción Nacional incluye la construcción de 26 kilómetros de loops de 30 pulgadas en la localidad entrerriana de Aldea Brasileña y la instalación de un equipo compresor de 30.000 caballos de fuerza para elevar los niveles de presión que permitan en el futuro un mayor caudal para exportar a Brasil. El desarrollo de estas obras requerirá de un desembolso de 80 millones de dólares y tendrá que entrar en operaciones a lo largo de 2022.

Por Hernán Dobry

Artículos Relacionados

YPF invierte USD 500m para ampliar su capacidad de tratamiento de crudo en Vaca Muerta

Hernán Dobry

Petrolera compra la mitad de un área en Vaca Muerta

Hernán Dobry

Pluspetrol e YPF invertirán USD 2.390 millones para explorar gas no convencional

Hernán Dobry

Deje un Comentario