El gobierno de Mendoza analiza implementar un proceso en dos etapas para reactivar la mina de sales de potasio para fertilizantes, Potasio Río Colorado, que su antiguo operador, la brasileña Vale, tenía paralizada desde 2013, afirma su subsecretario de Energía y Minería, Emilio Guiñazú.
La provincia decidió reconvertir el proyecto original que buscaba producir 1,50mn de toneladas por año (t/a) de potasio y requería una inversión de US$2.500mn para amoldarse a la cotización y a la demanda actual del metal.
Por eso, dividirá el proceso en dos etapas. En la primera, buscará generar unas 200.000t/a para abastecer al mercado local y exportar a Uruguay y Paraguay, aprovechando las ventajas logísticas y cambiarias del país, explica Guiñazú.
El plan incluye aprovechar un 50% de las instalaciones que recibió de Vale, valuadas en US$250mn. El resto deberán ser adaptadas por una cuestión de escala en la producción ya que el proyecto de la minera brasileña era veinte veces mayor.
Para esto, el gobierno de Rodolfo Suárez buscará un socio estratégico que pueda capitalizar y operar Potasio Río Colorado. “La provincia aportará la mina y la gestión de los problemas que Vale no pudo resolver”, explica Guiñazú.
El funcionario se refiere a los inconvenientes que tuvo la compañía brasileña con los gremios y para poder desarrollar un sistema de transporte rentable que le permitiera evacuar la producción.
La puesta en marcha del proyecto requerirá, en esta primera etapa, de una inversión de greenfield total de US$200mn, de los cuáles US$100-150mn serán de fondos frescos ya que los pozos de extracción ya están hechos, detalla Guiñazú.
El gobierno provincial está analizando qué metodología llevará adelante para seleccionar a su socio estratégico, ya sea mediante una licitación pública o por adjudicación directa.
Mientras tanto, se encuentra abocado a revisar nuevamente toda la información del proyecto que recibió de Vale y a reciclar el estudio de mercado que había realizado a fines del año pasado y que mostraba que podría realizarse una explotación de menor escala en una primera etapa.
“Nos vamos a tomar el tiempo que sea necesario ya que se trata de un activo estratégico. Se van a quedar cincuenta años en la provincia. No nos vamos a casar con el primero que pase”, destaca Guiñazú.
La administración de Suárez cuenta con tiempo para analizar qué decisión tomará ya que recibió la posesión de la mina con US$30mn en efectivo en el banco para utilizarlos en su mantenimiento, lo que la alcanzaría para cinco o seis años.
“Tenemos varias ofertas desde China (Shanghai Potash Research), Suecia, Australia y varios lugares del mundo para llevar adelante la explotación de la mina de sales de potasio para el agro”, afirmó el gobernador a Clarín.
Sin embargo, los asiáticos son los que por el momento han mostrado más interés y están estudiando el proyecto en profundidad, explica Guiñazú. Esta compañía viene siguiendo la mina desde hace más de un año a la espera de que Mendoza retomara su control.
Proyecto a futuro
El gobierno mendocino apuesta a que el proyecto Potasio Río Colorado pueda pasar a una segunda etapa en el futuro, si mejora el precio del metal y se incrementa la demanda. De esta forma, podría retornar a los planes originales de producción que le había presentado Shanghai Potash Research el año pasado, explica Guiñazú.
La empresa china les había ofrecido invertir US$2.500mn para generar 1,50mn de t/a, construir una planta de procesamiento en la provincia y extender una línea ferroviaria para transportar la producción hasta al puerto de Bahía Blanca.
“Shanghai Potash Research continúa interesada en el proyecto, pero los valores actuales del potasio no cierran poder llevarlo adelante, por eso la idea es arrancar con uno de escala más pequeña y, luego, expandirlo si se dan las condiciones del mercado”, resalta el funcionario.
La mina Potasio Río Colorado, ubicada en la región de Malargüe, en su suroeste mendocino, tiene reservas estimadas de 2.000mn de toneladas a lo largo de sus cincuenta años de vida útil.
El plan que la compañía china le presentó el año pasado al gobierno mendocino incluía levantar una planta piloto con capacidad para producir entre 100.000 y 150.000t/a de potasio en una primera etapa y, luego ir expandiéndola según evolucionara el precio del metal y la demanda.
A su vez, pensaba construir instalaciones para su procesamiento en la provincia e, incluso, la extensión del ferrocarril que uniera Malargüe con Añelo para que formara parte del tren de Vaca Muerta que terminaría en el puerto de Bahía Blanca, por el que sacaría las exportaciones.
Este último proyecto es uno de los que quedaron congelados a finales del gobierno de Mauricio Macri y que la administración de Alberto Fernández podría tratar de reanudar, de la mano de una propuesta que le presentó PowerChina este año.
Por Hernán Dobry