El Grupo Albanesi suspendió la emisión de los bonos Reg S y Reg D a 4 años por 300 millones de dólares en Buenos Aires y Nueva York debido al aumento del riesgo país en la Argentina, revela una fuente.
La compañía decidió posponer la operación luego de que los fondos mutuos y de inversión internacionales se tornaran muy agresivos con los requisitos que le pedían sobre tasas, garantías y covenants, lo que le tornaba en inviables, destaca.
Gramercy Funds Management, CarVal Investors y BTG Pactual confirmaron que serían parte de la transacción, mientras que Credit Suisse, UBS y JPMorgan, que había sido seleccionado para administrar la emisión en los Estados Unidos, adquirirán el 30% del bono.
También, Ashmore Group, Oaktree Capital Management, Canada Pension Plan Investment Board (CPPIB), VF Venture, y Citi Global Special Situations Group habían mostrado interés en la operación.
Los fondos le pidieron tasas por encima del 16%, además de que incluyera las acciones de la empresa como garantía, un requisito similar a lo que le solicitaron a MSU Energy para la emisión de su bono privado amortizable de 250 millones de dólares con tasa Libor + 11,25% (16% después de cargos y comisiones) con vencimiento en 2023 en diciembre de 2018, señala la fuente.
Albanesi había ofrecido respaldar el bono con las turbinas de los proyectos, así como con los PPA’s firmados con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (CAMMESA).
Como la empresa es considerada más fuerte que MSU, sus accionistas prefirieron no pagar estas tasas extremadamente altas y esperar hasta que haya calma en el mercado para reactivar la transacción, explica la fuente.
Mientras tanto, usará su propio flujo caja para financiar los 135 millones de dólares que se necesitan para el cierre de ciclo de dos de sus plantas térmicas en 2019 y 2020, sostiene la fuente, y agrega que lo hará a un ritmo más lento que retrasará el inicio de las operaciones.
Como no se cumplirán las fechas de operación comercial (COD) acordadas en los PPA’s firmados con CAMMESA, previstos para diciembre de 2020, Albanesi solicitará que posponer el pago de las multas, como lo ha hecho Araucaria Energy cuando tuvo problemas para terminar la construcción de sus centrales en 2018, señala.
Si los mercados se calman, la compañía pretende reanudar las negociaciones con, al menos, 20 fondos mutuos y de inversión extranjeros, que habían mostrado interés en la transacción, detalla la fuente.
Si esto no ocurriera, podría esperar hasta que finalicen las elecciones presidenciales el 24 de noviembre para volver a intentarlo, añade. Mientras tanto, planea emitir uno o varios bonos locales de corto plazo por 65 millones de dólares para refinanciar el mismo monto de deuda con vencimiento en 2020.
Además, está negociando con bancos locales para la postergación de créditos por hasta 50 millones de dólares que vencen este año, revela la fuente, y agrega que todas las entidades han mostrado interés en hacerlo.
El objetivo de la compañía es eliminar la mayor parte del pago de deuda durante los próximos 18 meses para enfocar su flujo de caja en los cierres de ciclo, ya que espera tener un EBITDA ajustado de 170 millones de dólares este año, resalta. En el primer trimestre, Albanesi reportó ingresos por 55 millones y 48 millones en EBITDA, al 31 de marzo.
Originalmente, la empresa había planeado utilizar parte de la emisión de dos bonos Reg S y Reg D de 300 millones de dólares a cuatro años para cancelar toda su deuda pendiente de 165 millones de dólares, consolidándola con dos bonos internacionales.
Albanesi fue adjudicada con dos PPAs de 33,50 dólares por MWh cada uno para convertir la planta Modesto Maranzana, de 350 MW, en Córdoba, en una de ciclo combinado de 463 MW, y la de Ezeiza, de 150 MW, en una planta de cogeneración de 268 MW, en la licitación realizada por la Secretaría de Energía de la Nación, en septiembre de 2017.
La inversión total requerida para la conversión de ambos cierres de ciclo es de 400 millones de dólares (IVA incluido). Actualmente, la firma está cubriendo 160 millones con préstamos de Siemens y Vogt Power International, los proveedores de las turbinas de vapor y generador recuperación de vapor (HRSG), respectivamente, y 105 millones con su propio flujo de caja.
Parte de estos fondos se utilizaron para adquirir dos turbinas de gas Siemens SGT-800, tres turbinas de vapor SST-600 y siete HRSG Vogt para la conversión. Los fondos restantes serán utilizados para comenzar con el desarrollo del proyecto.
Por Hernán Dobry